martes, 29 de julio de 2014

PSICOTERAPIA; ¿“Para que sirve”?



PSICOTERAPIA; ¿“PARA QUE SIRVE”?.


Existen definiciones clásicas de la psicoterapia entendida, como “el tratamiento que tiene por objetivo el cambio de pensamientos, sentimientos y conductas”. Realizándose ésta entre un profesional con la formación y las habilidades necesarias para que ocurra un cambio terapéutico, y una persona que consulta por síntomas que le están molestando, o  contenidos de su vida que quiere entender por qué ocurren, logrando después del proceso psicoterapéutico aliviar gran parte de sus molestias o de sus dudas.
Gran parte de las veces la psicoterapia se usa en caso de emergencia cuando la situación que esta viviendo la persona ha llegado a niveles elevados de angustia. Este síntoma hace que se consulte. El malestar se manifiesta la mayoría de las veces a través de ansiedad, estrés, conflictos con la pareja, dificultades en las relaciones sexuales, confusiones como “no se lo que quiero”, etc.
Sin embargo es un aprendizaje para toda la comunidad, entender que este espacio psicoterapéutico no necesariamente puede ser usado para la crisis, sino también como un lugar de entendimiento de situaciones acerca de nuestras vidas que nos han determinado en ciertas historias de aprendizaje y que nos hacen actuar de determinada manera que a veces no entendemos.
El espacio psicoterapéutico es un lugar  donde se desarrolla la capacidad para pensar y pensarse y la capacidad de creatividad para la resolución de manera asertiva de situaciones de la vida que a veces se nos hacen más complicadas. Logrando que la sensación de incomodidad deje espacio a la sensación de control personal, "y de bienestar".


Psicóloga Clínica IPS Clínica

“Si la vida pierde su sentido”



“Si la vida pierde su sentido”.

Como podemos darnos cuenta que la vida ha dejado de tener colores y que estamos inmersos en una sensación de, ¿Para qué?. De para qué hago todo lo que estoy haciendo. Nos cuesta disfrutar con las pequeñas y grandes cosas, no tenemos conciencia de placer ni de deseo, se nos dificulta empezar el día y pareciera ser que hay que hacer grandes esfuerzos para salir de ese nido de protección que a veces es nuestro refugio llamado “cama”, tenemos una sensación de estar desvitalizados y que nuestro mayor deseo es estar “tirado”, es decir “recostado”.
Los deberes se transforman en una pesadilla y los quehaceres en un,¿ para qué?. Hasta vestirnos es un gran esfuerzo.
Cuando recobramos los matices del color de la vida muchas veces tiene que ver con el privilegio de sentirnos protegidos por otro, por su piel, sus caricias, sus palabras de comprensión y de amor indudablemente algo de alivio nos otorgan, desde ahí podemos volver a activar un poco de fuerzas para volver a emprender, y cuando nos damos cuenta de que algo nos resulta, un logro, actúa como una inyección de motivación que nos dará el aliento para poder seguir un nuevo período.
Lo que podemos aprender de esto es; “Priorizar por las relaciones humanas”, en la comprensión y no en la instrucción del otro, en el acoger y no criticar. No necesitas demostrar tu valía ante el más frágil, tan sólo detenerte en él como te gustaría que se detuvieran en ti.



jueves, 24 de julio de 2014

El Despecho


Cuando concluye una relación amorosa se produce un dolor profundo en los sentimientos y emociones. Es comparable a cuando fallece un ser querido porque, de una u otra manera, es una privación de lo que se suponía era parte de uno. La persona que no deseaba terminar la relación pasará por una experiencia dura, amarga y penosa que la puede llevar a la desesperación, una alteración extrema del ánimo causada por la rabia, frustración y resentimiento.

Quien sufre la pérdida tendrá que superar el duelo que le causará la separación del ser querido. No debe confundirse con el despecho, que es una malquerencia nacida por el desengaño. Esta mala voluntad contra el ser querido, y ahora odiado, puede llevar a la obsesión, la venganza y la desesperación. De esta forma nunca saldremos de la pérdida sino, por el contrario, servirá para mantener presente una falsa relación son el ser amado al igual que odiado y se alimentará un amor insano que solamente perjudicará al despechado. Por ello, se debe admitir la pérdida lo más pronto posible. Lo recomendable es hacerse la cuenta que esa persona falleció.

La pérdida sufrida provocará en primer lugar un impacto tremendo, sensación de abandono, angustia, en ocasiones pánico, lo que puede llevar a que no se reconozca la realidad e intente "remediar" la situación sin tomar en cuenta que el desamor de la pareja generalmente no es recuperable.

Durante este impacto inicial es altamente probable que se generen sentimientos de culpa con pensamientos negativos hacia sí mismo y se hace necesario manejar la propia indulgencia como el perdón a la ex-pareja.

Luego, una vez asumida la separación y pérdida sobrevendrá un estado de tristeza intensa y factible depresión con falta de ánimo para continuar las labores habituales, hasta que llegue la etapa de resignación y aceptación del nuevo contexto.

Es primordial volver a la normalidad de la vida pronto y compartir con la gente. Cuesta lograrlo pero aislándonos nos concentraremos en un pensamiento único de la fracasada relación.

En la etapa de rabia es vital no dejarse dominar por odios y deseos de venganza. Es preferible frecuentar a seres queridos como familiares y amigos.

La salida es proponerse nuevas metas y reestructurar la vida. Estar concientes que como el duelo, existe la vida, y si bien es cierto que a veces se sufre, se presentan conflictos y hasta calamidades, también se logra la felicidad, estar alegres y compartir momentos de inmensa satisfacción y esperanza. En lugar de despecho con odio y revancha la mejor salida al desamor. es más y más amor.



Instituto de Psicoterapia Clínica

viernes, 18 de julio de 2014

El Engaño




Cuando escuchamos de engaño lo asociamos a decepción, traición y mentira.  También, al dolor psicológico que eso conlleva. Engañar es faltar a la verdad en lo que se dice, se hace, se cree o se piense. Asimismo, es dar a lo falso apariencia de veracidad o provocar  que alguien tenga por cierto lo que no lo es. El autoengaño es cerrar los ojos a la realidad, por ser más grato y cómodo aceptar la mentira, como la persona que pretende ignorar la infidelidad de su pareja. El engaño que más ocurre es el de un ser querido o el de la persona a quien amamos. El dolor que nos causa es porque normalmente no podemos concebir que alguien que nos quiera nos mienta. Si un adversario o desconocido nos engaña le llamamos estafador o mentiroso pero si nos tima el ser amado nos sentimos desolados. En estos casos, el engaño más frecuente es por adulterio, pero no el único. Los hay por el manejo del dinero, por vicios, o por temor a enfrentar la ira del otro.Por otra parte, no solamente el engaño tiene que ver con los familiares o el cónyuge. Sembrar falsas ilusiones también es engaño y constantemente estamos percibiendo situaciones, informaciones, publicidad y propaganda de hechos que crean falsas expectativas. Sin embargo, en un sinnúmero de ocasiones no nos damos cuenta y las dejamos pasar, otras veces creemos y vivimos de esas ilusiones hasta el punto de convertirse en verdaderas necesidades. Estas ilusiones o espejismos nos pueden segar el entendimiento a pesar de que la razón nos diga lo contrario.El ser humano sabe que existe el engaño y no obstante sucumbe ante las tretas. No siempre se está preparado para la trampa por más que se crea, se sea inteligente  o se tenga experiencia. Un dicho popular nos advierte: "Al mejor cazador se le va la liebre".Para enfrentar el engaño lo importante es buscar  la mayor información posible, utilizar nuestra intuición, y por ultimo, la razón antes que la emoción. Un viejo proverbio árabe dice que la primera vez que te engañen, será culpa del otro, pero la segunda será culpa tuya.Cuando nos engañen lo más recomendable es superar la desesperación y los juicios emocionales hasta donde podamos y preguntarnos cuál fue la causa, cómo sucedió y en qué circunstancias. Qué pasó para llegar a esa situación.  Además, debemos dejar a un lado el odio o el deseo de venganza. Luego hablar con la persona que nos engañó y confrontarlo pidiendo una explicación.Abraham Lincoln dijo: "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo. todo el tiempo".Instituto de Psicoterapia ClínicaIPS Clínica

jueves, 10 de julio de 2014

Control de la ira



El control de la ira comienza al tomar conciencia de que se tiene un problema y buscar ayuda profesional.


La ira es destructiva y causante de tragedias. Destruye relaciones amorosas, de familia y enfrenta a las personas. Quienes padecen de sucesivos ataques de ira sufren de un "Trastorno Explosivo Intermitente" (DSM-IV). Generalmente ocurre un episodio de frustración antes de que una persona tenga un ataque de ira. Suele ser causa del episodio de ira que la persona irascible se sienta o perciba que está siendo agredida o traicionada, como es el caso de parejas en la cual un hombre maltrata a su mujer porque supone que ella le ha faltado, o abusa de un hijo por fallas que no ameritan la desproporcionada reacción de fuerza.

La rabia es una emoción natural que ayuda a la supervivencia de la especie, al igual que el miedo, la alegría o el amor. Pero, cuando no se controla el enojo, aparece la ira y los correspondientes excesos, rencor y violencia verbal o física. Mientras que la rabia dota de la agresividad necesaria para defendernos de una eventual embestida por parte de algún animal o de otro ser humano, la ira provoca, sin ataque previo de terceros, una conducta ofensiva y dirigida a causar destrucción, castigo, venganza, ofensa o agravio a otra persona.

La ira trastorna psicológicamente a la persona y produce alteraciones fisiológicas que perjudica el sistema circulatorio, eleva a límites peligrosos la tensión arterial, tensa la musculatura corporal y acelera la respiración, lo que en suma, menoscaba la salud por el estrés extremo que impulsa. Emergen trastornos del sueño como el insomnio y perturbaciones en la alimentación y digestión. Todo ello sin mencionar el perjuicio que les infringe a los demás con sus acometidas verbales o físicas.

El ataque de ira, o ataque explosivo intermitente, se caracteriza por episodios coléricos y violentos, en los que la persona no puede controlar estos impulsos de ferocidad y de pérdida del control mental y emocional, comprometiendo la seguridad de otros, insultándolos o lesionando, o dañando todo a su alrededor sin medir las consecuencias.

El control de la ira comienza al tomar conciencia de que se tiene un problema y buscar ayuda profesional.

La terapia se centra en reorganizar la forma de pensar, aprendiendo a hacerlo de forma positiva y abandonando los pensamientos negativos. Asimismo, se busca dotar a la persona de herramientas y mecanismos que le permitan proporcionar los hechos acorde a su justa dimensión, con razonamientos lógicos. Se le enseña al paciente a mantener el control emocional de manera permanente y a suprimir, con técnicas de pensamiento y respiración, el momentum explosivo.



Instituto de Psicoterapia Clínica
IPS Clínica

viernes, 4 de julio de 2014

Pareja y Sexualidad



“Los nuevos desafíos para cada ser, cada pareja, cada familia, han estado irrumpiendo silenciosa y rápidamente en nuestra sociedad, sin que apenas alcancemos a dilucidar qué es lo que realmente nos hace más o menos felices a cada uno, presionándonos muchas veces a renegar de la propia vivencia con tal de no ser clasificados o cuestionados.
Las maravillas y misterios de la Sexualidad Humana comienzan a tocarnos el hombro y susurrarnos al oído que todo va a estar bien… La propia experiencia empieza a tomar sentido y surge la necesidad de derribar mitos, miedos y prejuicios para poder integrar mente y cuerpo, ya sin tantos temores”

Andrea Jacubovsky
Psicóloga Clínica IPS Clínica

El Cuerpo como Medio de Transporte




La esencia, es decir lo que nosotros somos lo constituyen; lo Emocional, lo Espiritual, lo Cognitivo y lo Corporal (EECC). Sabemos que esto existe y que es así, que somos seres integrales, sin embargo las más de las veces priorizamos por una de las “E” o por una de las “C”, pocos logran la capacidad de tener en la mente consciente que las 4 (EECC) son relevantes para una calidad de vida óptima.

En esta oportunidad me voy a referir a nuestro cuerpo, en cuanto medio de transporte; tu cuerpo, es tu vehículo, el que lleva tus emociones, tu espiritualidad y tus pensamientos,  y cada uno de nosotros decide como lo lleva.

Llevar bien el cuerpo no va asociado a la belleza estereotipada de la publicidad, sino a las sensaciones que este, te otorga. Como por ejemplo; liviandad vs pesadez, brillo vs oscuridad, presencia vs ausencia, armonía vs desorden.

Tenemos la creencia que el dinero puesto en cuidados personales es un gasto, tómalos como una inversión a tu bienestar.

Cuando cada uno de estos factores suceden armónicamente, se soportan mejor los dolores del alma y se está más lúcido para pensar de manera más clara.

Pero surge la pregunta acerca de Cómo se hace esto?

Me imagino que muchos tenemos respuestas, tal vez hacer deporte,  comida saludable, masajes, estética corporal, etc. Sí, todo esto sirve y mucho. Sin embargo esto no llega a puerto si no incorporamos hábitos y disciplina para llevar estas acciones  a cabo. Estos hábitos se aprenden desde la primera infancia.

Es importante dejarse tiempo, va a suceder que al principio no te van a dar ganas, como por ejemplo; de ponerte las zapatillas y salir a caminar, es aquí cuando tienes que lidiar con tu voluntad y “obligarte”, diciéndote “yo no soy la lata”, esta está fuera de mí y me quiere ganar”, pero “yo la puedo vencer”. Después de los hechos veras los resultados en tu ánimo.

Caminar es gratis y de gran ayuda, te oxigena, tonifica tu musculatura, previene enfermedades cardiovasculares y actúa como elevador de tu ánimo. Anda, Inténtalo, tú puedes.

 “No cuides más tu auto de lata que tu cuerpo”. Recuerda, tu cuerpo es tu medio de transporte”.


Ximena Olivares Arriagada
Psicóloga Clínica IPS Clínica