Normalmente el ser humano tiende a ver
el éxito en los demás y compararlo con el éxito propio, este ejercicio puede
resultar frustrante cuando se advierte que los otros están llenos de logros que
no se ven en el propio acontecer, así, es fácil caer en pensamientos tales
como: “Mi hermano es exitoso porque tiene un trabajo que Yo no tengo”, “Mi
amigo consiguió la pareja que Yo hubiese querido” o simplemente, “Ese hombre
tiene tanto dinero y debe ser muy feliz” etc.….. y un largo etcétera.
Este análisis puede ser común a la
mayoría de las personas que se lo plantean, pero carece de lo más obvio y que
es “La perspectiva”, porque quizás muchos de los supuestos “exitosos” pueden
tener la misma percepción respecto de sus carencias y considerar exitoso a
quien no se siente así. Entonces podemos aventurarnos a decir que: “El Éxito
tiene que ver, en cómo te ven los otros, más que por una mirada interna y
nos hace falta la perspectiva del observador “
Para dar una pista de solución a este
dilema, podemos ayudarnos de la siguiente manera:
1.-Rescatar cada pequeño éxito que
tengamos….. en cualquier área. (Aunque sean éxitos que no lo parezcan,
como por ej…Soy bueno (a) jardineando, sacando puzles, cocinando, analizando
películas, hablando idiomas, etc.)
2.-Luego extrapolar esos éxitos a toda
nuestra experiencia vital y darle una utilidad.
3.-Sentir cada pequeño éxito como algo
único y propio y desde allí volver al ejercicio del principio.
La pregunta ahora es: esa persona será
tan buena como Yo en esta actividad? O en estas actividades?
Quizás la respuesta no la sepamos nunca, pero ya hemos logrado construir
una mirada interna respecto de los logros, capacidades y aptitudes que tenemos,
lo cual nos lleva indefectiblemente a posicionarnos desde esa perspectiva inicial
y nos daremos cuenta de que, sí podemos estar en la mente de los
demás como personas exitosas.Germán Astudillo Del Villar