En las relaciones de
dependencia se vive sin saber si seguimos con una pareja porque realmente la
amamos o porque no podemos vivir si esa persona no está a nuestro lado, y es
justo en este momento donde debemos analizar lo que nos pasa.
Es muy diferente amar a
alguien y por ese amor queremos vivir en unión con la persona; a diferencia de
necesitar vivir con la persona porque si no hay alguien a nuestro lado no
podemos vivir.
Depender de una persona para
poder encontrar sentido a nuestra existencia, siempre se relaciona con la
sensación de que contamos con alguien, aun que el contar con alguien no
necesariamente nos haga sentir feliz. La necesidad de vivir con alguien se
presenta desde los aspectos más simples y cotidianos, así como para poder
enfrentar los grandes problemas de la vida.
Poder vivir de una manera sana
una relación de pareja, requiere de saber y entender por qué mantenemos una
relación con otra persona, esto necesita de un buen trabajo de auto análisis.
Antes de vivir con alguien es necesario que sepamos qué es lo que buscamos y
esperamos de una persona al ser nuestra pareja. También es importante conocer
la otra perspectiva, por qué nuestra pareja quiere estar a nuestro lado y que
es lo que necesita de una relación para vivir bien.
Todos, en mayor o menor
medida, buscamos algo en una vida en pareja, la compañía, el complemento, la
realización, la conjunción, el amor, el establecerse, el tener hijos, etc.
Las personas que presentan
dependencia emocional tienen como característica el ser personas complacientes,
intentan no confrontar, y siempre están en la búsqueda de aprobación y afecto.
Posee grandes necesidades emocionales y afectivas; y son el tipo de personas
que manifiestan una dependencia extrema de su pareja.
Y lo que demanda una persona
dependientes es amor, sin embargo dado sus carencias afectivas tempranas, no
sabe cómo hacerlo. Termina apegándose a su pareja de un modo sumiso y
complaciente, pero dependiente. Y como todo se presenta en el marco del amor,
para el dependiente todo parecería lo más normal del mundo, ya que la demanda
más autentica en la pareja es la que se hace en nombre del amor, lo cual no
quiere decir que eso sea sano para una vida en pareja.
¿Cómo identificar la
dependencia?
Las personas dependientes
presentan las siguientes características:
- Son personas incapaces de tomar decisiones, hasta en lo más cotidiano de su vida y no tomaran decisiones a menos que tengan el apoyo y consejo de otras personas, sobre todo de su pareja.
- Son incapaces de hacer las cosas por sí mismos, no tienen iniciativas y todo lo tiene que consultar y siempre presentan dudas ante las acciones más sencillas.
- En sus relaciones
de pareja se sienten protegidos y si llega el momento de la separación, se
enfrentaran a sentimientos de desamparo e incapacidad para seguir adelante, tal
parece que su vida se acabara.
- Son muy poco
tolerantes a la crítica por parte de los demás, y por lo tanto es más fácil
para ellos siempre estar de acuerdo con lo que los demás digan, mantienen una
actitud sumisa con ánimo de gustar a todos y de no tener que enfrentarse al
rechazo de nadie.
- Generalmente
presentan baja autoestima y piensan que sus ideas carecen de valor para los
demás, y por lo tanto se refuerza su necesidad de que otro les diga lo que
tienen que hacer.
- Como por mucho
tiempo van a mantener esa actitud de sumisión ante los demás, desencadenan
episodios depresivos con mucha facilidad, ya que en su mundo no cabe el pensar
que los demás que le rodean tiene cosas y actividades que hacer donde no se
necesita o no debe estar la otra persona, lo cual los vuelve muy demandantes de
atención por parte de sus familiares, ya que quieren ser incluidos en todo.
Este tipo de personalidades al
ser incluidas en una relación de pareja, de inicio presentan una excelente opción
ya que son muy adaptables a las peticiones de la pareja. En la etapa de
noviazgo todo se centra en las necesidades de solo uno de los miembros de la
pareja, pero al paso del tiempo y sobre todo al vivir juntos, los estragos del
peso que representa una persona dependiente, se vuelven muy notorios y las
cosas dejan de ser tan “lindas” como parecían, e incluso el dependiente
cuestiona la relación diciendo “si te he dado todo”, solo que no se dan cuenta
que dieron todo lo que quisieron, pero no significa que vivir para una persona
sea lo que haga feliz a la otra, es más eso es una carga un tanto pesada para
llevar por la vida.
La pareja del dependiente
tiene sentimientos de estar encarcelado en las demandas del dependiente, ya que
no podrá hacer su vida sin contar con todas las peticiones de la otra persona.
Es decir, habrá continuos trabajos y peticiones de ir de compras juntos, ir al
médico, salir al parque, pasear al perro, visitar a los padres de uno o del
otro (generalmente del dependiente), pensar si comprar esto o aquello, si hace
o no tal cosa etc. Estas son actividades que podría hacer la persona sola pero
no lo hará y necesitará a su pareja para realizarlos, con lo cual la pareja
estará atada de pies y manos y sintiendo el peso de una relación que no da
libertad ni tregua en la vida cotidiana.
Se presentarán muchos
problemas con manipulaciones por parte del dependiente y con críticas las
cuales empeorarán la situación, ya que hemos dicho antes que el dependiente no
sabe aceptar la crítica o la propuesta de mejora en su vida. Las discusiones se
presentan incluso por años, ya que el dependiente nunca tomará la decisión de
terminar una relación por miedo, ya que no es capaz de estar sólo y por lo
tanto si se da el momento de un rompimiento siempre quedará como la
responsabilidad del otro miembro de la pareja quien tome la decisión de la
separación.
Cuando estas situaciones se
presentan, por lo general el dependiente establece todo un plan para intentar
por todos los medios que su pareja vuelva ya que no puede vivir sin el punto de
apoyo. En esos momentos aparecerá ansiedad, depresión, falta de sueño y
sentimientos de incapacidad e incluso la fantasía del suicidio ronda por la
cabeza.
Muchos terapeutas de pareja
coincidimos en que la mayor parte de los problemas de pareja son ocasionados o
relacionados con dependencia patológica interpersonal. A pesar de lo nocivo y
destructivo de la relación, las personas dependientes son incapaces de ponerle
fin a una mala relación. En otros, la dificultad reside en una incompetencia
total para resolver el abandono o la pérdida afectiva. Es decir: o no se
resignan a la ruptura o permanecen, inexplicable y obstinadamente, en una
relación que no tiene ni pies ni cabeza.
Los dependientes por lo
general usan argumentos para continuar en relaciones destructivas como son:
"Es que lo (a) amo”, “Se que me ama”, “Las cosas no eran así antes”, etc.
El grave problema para los
dependientes es que no hay ninguna pócima para acabar con el apego, ya
que son personas que no quieren sentir dolor alguno en la vida. La fantasía que
albergan es que si dejan de sentir amor podrán dejar a la persona, pero ese es
un juego inconsciente para no soltar a la pareja.
En muchos de los casos podemos
decir que los dependientes son “adictos a la relación”, ya que funcionan
psicológicamente igual que cualquier adicto y por lo tanto deben seguir un
tratamiento similar a los adictos.
El o la dependiente se centran
en el "sentimiento de amor" y consideran que eso es lo más importante
de la vida de una pareja e incluso defienden la postura de que es lo único de
una relación. Solo que una buena relación de pareja requiere de más
fundamentos, por ejemplo el respeto, la comunicación sincera, el deseo, los
gustos, la religión, la ideología, el humor, la sensibilidad, y muchas cosas
más que permitan un buen acercamiento afectivo en la relación.