miércoles, 23 de marzo de 2016

EL DESPERTAR SEXUAL






La sexualidad es un proceso que se va desarrollando a lo largo de la vida, iniciándose de forma temprana, y presentándose en determinados momentos con especial intensidad, como es el caso de la adolescencia. Cuando llegamos a la pubertad, presentamos importantes cambios biológicos que implican un elevado aumento del deseo sexual, encontrándonos así ante una mayor excitación, mayor atracción y elevada tendencia al enamoramiento. Durante la adolescencia, la manera de sentir y expresar la sexualidad dependerá de varios factores, tales como la personalidad, las experiencias vividas, y la actitud de la familia y de la sociedad en la que se vive.

Durante el despertar sexual, la actividad habitualmente desarrollada suele ser el juego sexual (caricias, juegos eróticos, masturbación), tanto individual como compartido. Una preocupación habitual del adolescente es saber cuándo está preparado para realizar el acto sexual coital. La edad de inicio de las relaciones sexuales coitales suele hallarse entre los 15 y los 18 años. Pero en realidad, no existe una edad concreta en la que se considera correcto o ideal realizar por primera vez el coito, sino más bien se trata de reunir una serie de condiciones: tener la información adecuada, sentirse seguro, tener ganas, encontrar a una persona con la que sentirse a gusto.

¿Cuáles son las principales dificultades sexuales que nos encontramos en la adolescencia?
Una de las dificultades más comunes es la aceptación del cambio físico, sobretodo teniendo en cuenta que se da en diferente ritmo; en algunos adolescentes llega muy temprano y en otros es muy tardío. Otra de las dificultades principales es aceptar la propia orientación sexual, tanto heterosexual como homosexual, como una orientación saludable. La adolescencia es el periodo vital en el que se define la identidad sexual, e incluso puede ser frecuente que se experimente con ambos sexos hasta asumir la orientación definitiva; es decir, tener experiencias homosexuales durante la adolescencia no implica que sea una elección irreversible.

Existen datos que refieren que muchos adolescentes mantienen la primera relación sexual con prácticas de riesgo (de embarazo, de contraer Sida u otras enfermedades de transmisión sexual). Y muchos de ellos, mantienen las prácticas de riesgo también posteriormente. Estas prácticas de riesgo suelen ser más frecuentes en la primera adolescencia (hacia los 14 años), lo cual significa que debería ser en esa edad en la que desde la escuela y la familia se hable abiertamente sobre este problema y se facilite toda la información necesaria. De esta manera, se podrían evitar muchos contagios y embarazos no deseados.

Para que el despertar sexual se desarrolle de una manera sana, es muy importante el rol de los padres. La educación sexual que se transmite desde la familia es distinta a la de la escuela, ya que en la familia es constante y espontánea, y va acompañada de afecto. Es normal que a los padres les aparezcan un aluvión de dudas ante la idea de hablar de sexualidad de una manera premeditada con sus hijos: qué decir, de qué manera, en qué momento. Lo ideal es preparar el terreno antes, pensando respuestas sencillas y sinceras.

Cuanto más sana y natural sea la sexualidad que se vive en la familia, más sano será el despertar sexual de los hijos.

¿Un inicio sexual traumático puede marcarnos para toda la vida? Entre las experiencias sexuales que podríamos calificar como traumáticas, encontramos: violaciones, abusos sexuales, un embarazo no deseado, ser sorprendido durante el acto sexual, un inicio brusco, entre otras. Aunque la importancia de cualquiera de los hechos mencionados es indiscutible, hoy en día se considera poco probable que una única causa pueda decretar como fracasada la futura vida sexual de la persona.

Independientemente de ello, debemos tener en cuenta las particularidades de cada caso, y si es conveniente, consultar con un psicoterapeuta especialista que evalúe la situación y las posibilidades de beneficiarse de un abordaje psicológico.

martes, 1 de marzo de 2016

Magia de Marzo



Todos sabemos y hemos escuchado acerca del stress que genera la llegada de Marzo.
Aprendamos a darle un nuevo significado a su inicio, que tiene que ver con el orden, los desafíos, los nuevos proyectos y las metas. Trabajemos esta época con una mirada distinta, donde podamos posicionarnos en la vivencia de que todos los períodos del año tienen algo de positivo.
Los seres humanos necesitamos vivir con estructura para desarrollar nuestras actividades cotidianas de la mejor manera, entonces la llegada de Marzo podríamos abordarla como una oportunidad, que nos permita ordenarnos, para enfrentar los desafíos que vendrán a lo largo del año.
La magia de marzo consiste en darse espacios para crear las estructuras que nos sostendrán en nuestros emprendimientos y así también, representa el descanso para aquellas familias exigidas por las demandas de las vacaciones como; el cuidado de los niños, las tensiones sociales, la menor productividad, la sensación de inutilidad, entre otras.
Para que la mencionada estructura sea efectiva debe poseer el justo balance entre horas de sueño adecuadas, comida saludable, movilidad corporal y pausas periódicas en los ritmos de trabajo. Si somos capaces de realizar esta disciplina veremos que marzo se nos presenta como el mágico inicio de un año en plenitud y los desafíos significaran agradables tareas que realizar y cada meta cumplida será la recompensa merecida.
                                                                                                                           

Psicóloga clínica Acreditada