miércoles, 24 de septiembre de 2014

Chantaje emocional: ¿Cómo descubrirlo y salir de sus redes?






Frases como “Tú verás lo que haces”, “Si me quieres de verdad no lo harías” o “Cuando te vaya mal, no me pidas ayuda” son ejemplos clásicos del chantaje emocional. De hecho, prácticamente todos en alguna ocasión hemos sido una marioneta cuyos hilos eran movidos por otra persona. 
Algunas veces es muy fácil detectar el chantaje emocional pero en otros casos es más complicado ya que todo transcurre de manera muy sutil. En ocasiones, incluso sabiendo que somos víctimas de una burda manipulación, la aceptamos por miedo a las consecuencias o simplemente porque la persona que se encuentra detrás es alguien a quien amamos y no queremos hacerle daño.


Las 3 formas de chantaje más comunes y cómo defenderse de ellas

En sentido general, la manipulación es el intento de controlar lo que dice, hace y siente otra persona menoscabando sus derechos. El chantaje emocional en particular, consiste en usar las emociones y sentimientos para lograr ese fin. Es atacar donde más nos duele, poner el dedo en la llaga para obtener lo que desean.

Solemos asociar el chantaje con personas egoístas, maquiavélicas y retorcidas. Esta perspectiva es tranquilizante porque nos ofrece una explicación muy sencilla (hay un bueno y un malo) pero en realidad, cualquier persona es capaz de manipular a otra. De hecho, el chantaje emocional llega de la mano de los seres más cercanos.

Cuando la manipulación se lleva al extremo se convierte en una agresión, en una forma de maltrato psicológico que puede dejar profundas huellas en nuestra personalidad, menoscabando nuestra autoestima y produciendo sentimientos muy intensos de frustración, ira y/o indefensión. Obviamente, mientras antes le pongamos coto a esta situación, mejor será.


1. Por presión o amenaza


Se trata de la forma más directa y evidente de manipulación ya que la otra persona afirma que si no hacemos lo que nos pide, habrá un castigo. Esta forma de chantaje emocional está dirigida a provocar miedo en la víctima asegurando que habrá una dura consecuencia que nos afectará en el plano emocional. En las relaciones de pareja la frase típica es: “si haces eso, te abandono”.


¿Cómo defenderse? 


Mostrándole a la persona que no tenemos miedo a su amenaza y que podemos enfrentar las supuestas consecuencias sin desmoronarnos. A menudo, cuando el chantajista ve que no cedemos ante su presión, se da cuenta de que su estrategia es inútil y deja de utilizarla. Por ejemplo, a una pareja manipuladora puedes decirle: “te amo pero también soy libre para hacer lo que deseo, si eso hace que me abandones, no puedo hacer nada”.


2. Por culpa


Se trata de una forma de chantaje emocional más sutil pero muy utilizada. Básicamente, se trata de hacernos creer que somos malas personas si no obedecemos. La frase más típica de los padres es: “con todo lo que he hecho por ti y así es como me pagas”, mientras que en la relación de pareja suele decirse: “si no lo haces es porque ya no me quieres”. El objetivo de estas frases es lograr que la persona se sienta culpable, que piense que se está comportando mal.


¿Cómo defenderse? 


Dejándole ver al chantajista que no caeremos en su tela de araña. Debes dejarle claro que no crees que seas una mala persona solo porque no te pliegas a sus deseos. Dile que tú también tienes necesidades, deseos e ilusiones y que tienes todo el derecho del mundo de satisfacerlos. Recuerda que estar al lado de una persona solo por lástima o culpa no es una sensación agradable y al final terminará haciéndole daño a ambos. 


3. Con regalos


Se trata de una de las formas de chantaje emocional más subrepticias y una de las más difíciles de detectar ya que la persona utiliza los regalos y las promesas para obtener lo que desea. El ejemplo más clásico es el de los padres que le prometen al hijo un buen regalo si sacan una buena calificación o el de la pareja que saca a colación todos los regalos cuando desea que la persona se pliegue a sus deseos.


¿Cómo defenderse? 


Haciéndole entender que es libre de hacer los regalos que desee pero que eso no le da el derecho de tomar decisiones sobre tu vida. Recibir un regalo no implica que debamos ponernos a merced del chantajista. Recuerda que en las relaciones equilibradas, una persona debe dar por el simple placer que le provoca ese acto, si espera algo a cambio, es como si estuviese comprando tu amor u obediencia.


IPS Clinica

martes, 9 de septiembre de 2014

Motivos de la Timidez Tips para superarla


     
Motivos de la Timidez Tips para superarla

La base principal es una baja autoestima y una baja seguridad en uno mismo que dificulta nuestro grado de confianza y nos hace sentirnos débiles ante los demás, tenemos miedo a ser criticados o descatalogados y probablemente todo está basado en una infancia rígida, con muchas normas, en una necesidad de perfeccionismo o en una exigencia personal muy elevada.

No tenemos que ser perfectos y podemos cometer errores como los demás, eso no significará que somos inferiores. El miedo a la crítica es exagerado y si nos critican no moriremos ni se acabará el mundo, lo escucharemos y ya está, más tarde decidiremos si tenemos que cambiar o no. No podemos vivir una posible situación de crítica como algo insalvable, todos son criticados y viven con ello ¿porqué yo no? ¿Tengo que ser don perfecto? La clave está en hacer un cambio de razonamiento y en confiar más en nuestras posibilidades de éxito.

Si valoramos las situaciones desde un punto de vista negativo, teniendo miedo a fracasar y anticipando todas las consecuencias, entonces, estamos viviendo en un mundo de fantasía inventado por nuestra cabeza, y que además nos paraliza y nos hace huir de situaciones que pueden resultar satisfactorias para nosotros y para los demás. Nuestra crítica personal nos juega malas pasadas y nos recuerda una y otra vez frases del estilo: “ pareceré tonto”, “debería hablar pero no se me ocurre nada”,”estoy haciendo el ridículo”., etc.


Si alguna vez se produjo una experiencia negativa, formaremos un círculo vicioso: como lo hemos pasado mal una vez tememos que la siguiente será igual o peor, con lo que esta creencia hace de profecía que se auto-cumple y nos induce a estar más amedrentados la próxima vez, con lo que de nuevo alimentamos el temor para la siguiente ocasión. Además, la falta de práctica nos dejará bloqueados y cada vez actuaremos peor con lo cual nuestra autocrítica se cebará. 



Tips para superar la timidez

1. Reconoce tu miedo y acéptalo como algo propio y personal. No intentes sacarlo de ti. No lo conseguirás. Lo mejor es asimilar que te ocurre.
2. Habla sobre tu miedo y compártelo con los demás, es la forma de habituarte a que es una característica tuya y a tratarla con normalidad.
3. Descodifícalo y defínelo: ¿de qué sentimientos se compone ese miedo? Angustia, pena, decepción, culpa, indefensión. Identifica cada uno de los sentimientos y llega al fondo de la cuestión, tal vez descubras que el miedo es una coraza que oculta algo más profundo y a lo que tienes que dedicarle tiempo.
4. Busca toda la información que puedas necesitar. Si tienes miedo a la comunicación con las personas, es absurdo que intentes no saber nada de ello, cada vez estarás peor debido a la falta de información, y tendrás más oportunidades de pensar en lo peor e inventártelo o distorsionarlo. Si estás bien informado esto no te pasará.
5. Reafírmate y céntrate en tus éxitos. Enumera tus cualidades, quiérete. Habla sobre ti mismo con respeto y cariño. Evita las recriminaciones y los insultos.
6. Pídele a alguien que te ayude y te dé apoyo, que funcione como observador, más tarde podrá decirte si lo hiciste bien o no.
7. Concédete un espacio de tiempo para anticipar en positivo, busca opciones distintas y haz un listado de cosas positivas que pueden ocurrir, intenta visualizarte realizándolas con éxito, mira como te desenvuelves de manera adecuada y como consigues tu objetivo.”estoy hablando con gente y estoy tranquilo”, “se ríen de un chiste mío”, “me escuchan cuando hablo”, “doy mi opinión y es valorada”, etc.
8. Actúa conservando la conciencia de este ideal, de esta anticipación positiva y del apoyo de la persona que te está ayudando.
9. Una vez que hayas superado el miedo y hayas salido con éxito recuerda a la persona que eras antes dominada por el terror y comparte con ella el orgullo del éxito conseguido. Haz una comparación positiva entre lo que eres hoy y lo que eras ayer, será la forma de conseguir tener cada vez menos miedo y adquirir confianza. Si sólo recuerdas la forma positiva de actuar y el trabajo que te costó actuar bien podrás superarlo, ya que te aferras sólo a aspectos positivos de la situación.
10. Intenta expresar las emociones que te provoca el miedo en voz alta y a otras personas. Al hablarlo, se separa de ti y podrás ser más objetivo a la hora de analizarlo. Pide a los demás que te ayuden a vivir con intensidad el miedo, no necesitas soluciones ni alivio, sólo que te escuchen, tú mismo encontrarás la solución cuando te distancies de la emoción en bruto y busques soluciones a los hechos concretos.
11. Intenta hacer una descripción del futuro tal y como a ti te gustaría, viéndote bien y con el problema resuelto. Identifica las sensaciones que te produce y retenlas en tu mente para generar mayor positividad.



IPS Clínica