miércoles, 11 de marzo de 2015

Crísis, estados temporales


 

Las crisis surgen como consecuencia a cambios importantes, repentinos y generalmente inesperados, que exceden nuestra capacidad de respuesta y nos obliga a poner en práctica nuevas acciones para enfrentarlo.
Algunas crisis están relacionadas con los ciclos vitales normales de las personas y sus familias (nacimientos, divorcios, pérdidas de trabajo, muertes) y son ,en cierta medida, esperables; mientras otras se presentan de manera inesperada rompiendo abruptamente con lo cotidiano de su vida.
Cuando una persona siente un alto nivel de desorganización psicológica y somática que se acompaña de altos niveles de estrés y tensión como consecuencia de un evento altamente traumático como puede ser: la muerte repentina de un ser querido, un accidente grave, un asalto violento, un terremoto/tsunami, la erupción de un volcán o una violación, es probable que este viviendo una crisis.
Estos estados temporales pueden ser tremendamente dolorosos y nos hacen sentir sobrepasados y en desequilibrio. Además, cada persona reacciona de un modo diferente ante el estrés ocasionado por un evento traumático, dependiendo de la combinación de varios factores, entre ellos: características psicológicas de la persona, creencias sobre el control que tenemos de las situaciones, estilo de vida, capacidad de afrontamiento, tolerancia a la ambigüedad, capacidad para resolver un conflicto, falta de redes de apoyo social, la presencia de alguna enfermedad, experiencias de crisis anteriores aun no curadas; etc.
Alejandra Parada, Psicóloga

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